Jhennifer Renaud
Diario El Mundo
Descubrir la historia de nuestros antepasados a través de relatos transmitidos de una voz a otra ha desempeñado un papel fundamental en nuestra cultura.
Este patrimonio inmaterial, que guardamos como un tesoro, se preserva gracias a iniciativas como la del maestro René Uziel Rodríguez Oropeza, promotor cultural y creador del proyecto de Literatura Oral, quien imparte cursos en el Centro Cultural Casa Baltazar.
En la ciudad de Córdoba, diversos proyectos se implementan para fomentar y preservar el legado cultural de la comunidad, motivando a la sociedad a compartir sus experiencias y vivencias. Uno de estos proyectos es "Historias que nos habitan", una iniciativa que, según el maestro René Uziel Rodríguez, nace de la convicción de que "todas las personas forman parte fundamental de la cultura de su entorno". Rodríguez Oropeza explica que "todos somos portadores de cultura viva, todos tenemos algo que decir, algo que preservar o tratar de cambiar". A través de esta iniciativa, se invita a diferentes personas a exponer y compartir sus historias en círculos de escucha, creando redes de comunicación y entendimiento.
La literatura oral no tiene edad, y esto se evidencia en las sesiones que se realizan con los abuelitos de Huehuetlán. Rodríguez Oropeza ha trabajado con ellos, observando cómo su expresión cambia al adentrarse en el ejercicio de compartir sus relatos. Este intercambio intergeneracional enriquece tanto a los narradores como a los oyentes, fortaleciendo el tejido cultural de la comunidad.
Además, el evento "Érase una vez un Festival" ha sido un éxito en fomentar el acercamiento a la improvisación, la prosa y la creación literaria. Este festival ha permitido que muchos descubran en la expresión oral una forma de hacer conciencia y compartir temas en común con personas interesadas en la comunidad.
Defender y mantener vivas las historias de nuestro entorno es crucial para transmitir esta tradición de generación en generación, creando identidad y fortaleciendo el sentido de pertenencia. Gracias a proyectos como los de René Uziel Rodríguez Oropeza, la literatura oral sigue viva en Córdoba, conectando a las personas con su historia y cultura de una manera única y enriquecedora.