El mercado bursátil es una pieza fundamental en la economía global, siendo los indices bursátiles los indicadores clave del desempeño económico y financiero del país. En México, los más importantes a tener en cuenta son el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) y el Índice de la Bolsa Institucional de Valores (BIVA). En este contexto, cabe comprender que de la mano de herramientas de análisis técnico, como los niveles de Fibonacci, es posible realizar una mejor interpretación y predicción de los movimientos de los mismos.
En este artículo, exploraremos estos componentes del mercado financiero mexicano.
Entendiendo el A, B, C del genio matemático
La secuencia de Fibonacci es una serie matemática en la que cada número es la suma de los dos anteriores, comenzando con 0 y 1. La misma fue descubierta por el matemático italiano Leonardo de Pisa. Esta secuencia tiene numerosas aplicaciones en diferentes campos, incluyendo el análisis técnico en el mercado bursátil, por lo que sus niveles se derivan de la misma y son utilizados para identificar posibles niveles de soporte y resistencia en el valor de los activos financieros. Aquí es muy importante comprender para qué sirven los retrocesos de Fibonacci. Los mismos se utilizan para identificar posibles puntos de reversión en el precio de un activo.
Algunos de los porcentajes derivados de dicha secuencia son 23.6%, 38.2%, 50%, 61.8%, y 100%.
En el contexto del IPC y BIVA, que analizaremos a continuación, los analistas técnicos pueden hacerse de estos niveles para prever correcciones dentro de una tendencia alcista o bajista. Por ejemplo, después de un movimiento significativo en el IPC, un retroceso del 61.8% podría actuar como un fuerte nivel de soporte o resistencia.
Entonces, las extensiones de esta operación se utilizan para estimar posibles niveles de extensión en una tendencia actual, más allá del 100%. Por ejemplo, si el IPC supera un nivel de resistencia clave, una extensión del 161.8% podría ser el próximo objetivo para los inversionistas.
¿Por qué utilizarlo en el trading es una buena idea?
El uso de Fibonacci en el análisis de los índices bursátiles ofrece varios beneficios para los interesados en operar en el mundo de los negocios online. Entre ellos, destacan los que mencionamos a continuación.
- Sus niveles brindan puntos específicos que son usados como soporte o resistencia, ayudando a los inversores a tomar decisiones más informadas.
- Versatilidad: desde gráficos intradía hasta de largo plazo, pueden aplicarse en diferentes marcos temporales.
- Aunque no garantizan la precisión absoluta, estos niveles son una guía útil a la hora de prever posibles movimientos de precios y, en consecuencia, planificar estrategias de entrada y salida.
Los indicadores que hay que seguir en México
Cuando de índices bursátiles se trata, hay dos que hacen la diferencia en el mercado mexicano y son los que mencionamos aquí.
#1 Comprendiendo los básicos del IPC
El IPC, también conocido como el Índice de Precios y Cotizaciones, es el principal índice bursátil de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). El mismo se encuentra conformado por las acciones de las 35 empresas más grandes y líquidas que cotizan en la BMV, y es utilizado como el barómetro número uno para analizar este sector. La selección de las empresas que lo componen se basa en criterios de liquidez y capitalización bursátil, por lo que provienen de diversos sectores, incluyendo el financiero, industrial, de consumo, entre otros.
Pero, ¿por qué es tan importante?
Debido a su capacidad para ofrecer una visión general del estado de la economía mexicana y del sentimiento del mercado. Su tendencia es monitoreada de cerca por inversionistas, analistas y reguladores, quienes lo utilizan para tomar decisiones informadas sobre los próximos movimientos y políticas económicas.
#2 Con la lupa en el BIVA
La Bolsa Institucional de Valores (BIVA) es la segunda bolsa de valores en el país y fue inaugurada en julio del año 2018. Su principal índice es el FTSE BIVA, que también busca reflejar el comportamiento de las acciones más líquidas de dicho mercado, pero con un enfoque diferente en su composición y metodología. Cabe decir entonces que este incluye un mayor número de empresas en comparación con el anterior, y cuenta con una metodología diferente para ponderar las acciones.
Mientras que el IPC se concentra en las 35 empresas más grandes, el segundo incluye hasta 60 opciones diferentes, ofreciendo así una perspectiva ligeramente distinta.
Desde su creación, el BIVA ha buscado fomentar la competencia y la innovación en el mercado de valores mexicano. Aunque es relativamente nuevo, el mismo ha ganado relevancia entre los inversionistas como una herramienta adicional para evaluar el sector.
Podemos decir entonces que los principales índices bursátiles en el país son fundamentales para entender el desempeño del mercado de valores. Estos no solo reflejan la salud económica del país, sino que también son herramientas vitales para los inversores. La integración de técnicas de análisis técnico, como los niveles de Fibonacci, añade una capa adicional de sofisticación en la evaluación y predicción de movimientos, permitiendo así que los analistas puedan encontrar puntos críticos en los gráficos de precios.
Esto facilita la toma de decisiones informadas y estratégicas en el dinámico mundo de los negocios.