De la Redacción
En una declaración impactante, Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán, admitió haber secuestrado a Ismael "El Mayo" Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, para entregarlo a las autoridades de Estados Unidos.
La trama del secuestro
Según la declaración de Guzmán López, el secuestro se llevó a cabo el 25 de julio de 2024, en Sinaloa, donde Zambada fue citado para una reunión para resolver una disputa. Sin embargo, Guzmán López había planeado todo con anticipación, quitando el cristal de una ventana y llevando a Zambada a una habitación privada.
Una vez allí, hombres armados entraron por la ventana, esposaron a Zambada y le colocaron una bolsa en la cabeza. Luego, lo subieron a una camioneta y lo trasladaron a una pista de aterrizaje cercana, donde fue obligado a subir a un avión privado con Guzmán López.
La entrega a las autoridades estadounidenses
Guzmán López le dio a Zambada una bebida mezclada con un sedante y también bebió un poco él mismo antes de que el vuelo despegara hacia Estados Unidos. Ese mismo día, fueron detenidos por las autoridades estadounidenses, tras aterrizar en un pequeño aeropuerto en Nuevo México, cerca de Texas.
Motivaciones y consecuencias
Guzmán López declaró que orquestó el secuestro de Zambada "con la esperanza" de obtener clemencia del gobierno estadounidense no sólo para él, sino también para su hermano Ovidio, quien también se declaró culpable de tráfico de drogas y está a la espera de sentencia.
Sin embargo, el fiscal adjunto de Estados Unidos, Andrew Erskine, señaló que a cambio de la cooperación continua de Guzmán López en otros asuntos, los fiscales recomendarán una sentencia inferior a la cadena perpetua obligatoria.
Guzmán López se declaró culpable de dos cargos: tráfico de drogas y liderar una organización criminal continuada. Por cada uno de estos cargos, la sentencia mínima es de 10 años de prisión. Aún no se ha fijado una fecha para su audiencia de sentencia.



