Jhennifer Renaud
Diario El Mundo
Cada día, en las calles de Córdoba, un hombre conocido como el Maestro Sid despliega su fascinante arte reciclado con temáticas arqueológicas y artísticas.
Este personaje enigmático no solo exhibe sus obras, sino que también comparte un vasto conocimiento histórico con aquellos que se detienen a platicar con él.
El Maestro Sid es un apasionado de la historia y se describe como un investigador autodidacta. Su sabiduría sobre la cultura azteca es asombrosa, heredada de expertos y profundizada a través de su dedicación al estudio y la interpretación de la simbología prehispánica.
"Yo vengo de Ciudad de México. Cuando era chico, participé en un grupo de danza prehispánica donde aprendí a interpretar la simbología prehispánica de manera esencial, no literal. Saber qué te provoca el símbolo cuando lo ves es fundamental. Se deben seguir parámetros, pero cuando aprendes el sentido esencial, puedes interpretar un códice o un grabado en el museo", afirma el maestro de metafísica azteca.
A menudo, sus conocimientos son puestos en duda, pero él confía en su capacidad para interpretar la simbología azteca mediante los tonales. Las personas que se dan la oportunidad de conocer más a fondo su interpretación constatan la veracidad de esta habilidad.
En los próximos días, a través de sus redes sociales, donde aparece como "Maestro Sid Metafísica Azteca", realizará un curso para que más personas conozcan la simbología de nuestros antepasados. Esta enseñanza está íntimamente relacionada con su arte, en el que crea cartas con símbolos prehispánicos.
Entre sus obras hechas con materiales reciclados, se encuentran aquellas confeccionadas con café, marmolina, polvo de llaves y acero. "Me gusta jugar con los sentidos para que la gente no solo vea una obra, sino que pueda sentir la textura y el relieve de lo que hago", comenta.
Algunas de sus creaciones, como calendarios aztecas y juegos de cartas aztecas, pueden tardar hasta una semana en completarse. Estas obras son exhibidas diariamente en el centro histórico de Córdoba, donde se le puede ver en ocasiones.
Los tiempos modernos, cada vez más enfocados en la tecnología, han complicado la venta y el trabajo para artistas y emprendedores como él. "La gente ha perdido la capacidad de asombro. Antes de que tuviéramos la tecnología actual, la gente se me juntaba. Ahora, casi pasan por encima de mi trabajo. Es difícil porque quienes tenemos familia debemos vender y llevar dinero a casa", expresa el Maestro Sid.
Este personaje, que diariamente embellece el pueblo mágico de Córdoba, busca salir adelante a través de su arte y su amor por la cultura ancestral. Sus obras y enseñanzas son un recordatorio de la rica herencia cultural que aún vive entre nosotros.