Ray García G.
Diario El Mundo
En el tercer día después de la barrancada que tuvo lugar en el municipio de Tlilapan, la liberación de las vías de comunicación avanza en un 90 por ciento, sin embargo queda el estigma de las familias que perdieron bienes y hasta sus casas.
Este día las autoridades municipales estuvieron distribuyendo costales llenos de gravilla para formar diques y prevenir de alguna manera que ante más escurrimientos, el agua pueda entrar a las viviendas con mayor vulnerabilidad.
Se han distribuido un promedio de mil costales llenos de gravilla cuyo material proporcionó Capufe, dio a conocer la presidenta municipal de Huiloapan, Lizeth Méndez Rosas.
También este día llegaron dos unidades váctor, una de la CAEV y otra que prestó el Ayuntamiento de Orizaba con la finalidad de destapar los drenajes de la cabecera municipal para que el agua tenga por donde circular.
La noche del lunes hubo lluvias, pero no causó más daño, sino por el contrario ayudó a limpiar las avenida principales donde ya se retiró el lodo.
En este municipio unas 600 familias tuvieron afectaciones porque se les metió el agua a sus viviendas, pero tres tuvieron pérdida total, una de estas familias ya está buscando a donde se va ir a vivir, pero hay otra familia que no se quiere retirar de su casa, dijo la alcaldesa.
El albergue será habilitado en la ex maquila, hasta el momento no ha sido ocupado, pero estará disponible para cualquier emergencia que pudiera presentarse.