De la Redacción
En un emotivo y desafiante acto, mujeres de colectivos de búsqueda de personas desaparecidas "rompieron" el cerco policial que rodeaba el Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco.
Estas madres, impulsadas por su deseo de saber qué pasó con sus seres queridos, se negaron a aceptar las restricciones impuestas por la Fiscalía de Jalisco para visitar el lugar.
La Fiscalía había dispuesto que los visitantes entraran en grupos de 10 personas y solo pudieran permanecer 20 minutos en un recorrido guiado. Sin embargo, las madres buscadoras no se conformaron con esta limitación y, con la fuerza de sus consignas de búsqueda, lograron pasar la primera línea de policías y llegar hasta el portón del rancho.
Allí, expresaron su dolor y frustración ante la forma en que las autoridades habían organizado la visita.
"Vengo a buscar a mi hija, no a visitar un museo", dijo una de las madres, mientras otra agregó: "El gobierno no se vale que se burle de nosotros, entras como en un zoológico, un museo, donde yo no vengo a ser la burla de nadie".
La visita al Rancho Izaguirre se llevó a cabo después de que la Fiscalía General de la República (FGR) convocara a medios de comunicación, madres buscadoras, colectivos y organizaciones de la sociedad civil a visitar el lugar.
La Fiscalía de Jalisco extendió la invitación y puso a disposición de la FGR la información sobre el rancho, con el fin de atraer la investigación y seguir colaborando en el caso.
El Rancho Izaguirre ha sido el centro de atención después de que el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco localizara restos óseos, presuntos crematorios clandestinos y centenares de prendas y calzado en el lugar.
La búsqueda de personas desaparecidas sigue siendo un tema sensible y prioritario en México, y la determinación de estas madres buscadoras es un ejemplo de la lucha por la verdad y la justicia.