De la Redacción
La publicación del libro autobiográfico Tragos amargos de Lupillo Rivera ha desatado una nueva controversia con la cantante Belinda, quien ha respondido con una medida legal contundente.
En el programa De primera mano, el periodista Gustavo Adolfo Infante dio a conocer que la intérprete de “Luz sin gravedad” obtuvo una orden de apercibimiento contra el cantante de regional mexicano, emitida por el Ministerio Público para proteger su integridad psicológica mientras avanza una investigación en curso.
Un libro que destapa recuerdos y tensiones
En Tragos amargos, Rivera comparte detalles íntimos de lo que describe como una relación apasionada con Belinda. Con un tono nostálgico, relata el primer encuentro: “Vestía unos jeans, una chamarra blanca plateada y un peinado espectacular. Era imposible no notarla”. También evoca momentos como un desayuno preparado personalmente por ella, cuando Belinda, según él, prohibió al personal servirle: “Lo que él pida, yo se lo voy a traer”. Para Rivera, este gesto reflejaba una dinámica “apasionada, impredecible y sin puntos medios”. Sin embargo, también admite que esa intensidad marcó el ocaso de su historia: “No había seguridad con ella. Fue el principio del fin de una bonita historia de amor”.
La orden de apercibimiento: Límites claros
La orden judicial impone restricciones estrictas a Lupillo Rivera. Entre ellas, se le prohíbe realizar cualquier acto que pueda considerarse ofensivo o intimidatorio hacia Belinda, contactarla de forma directa o indirecta, y publicar o mantener contenido en redes sociales (como Facebook, Instagram o TikTok) que pueda afectarla. Por su parte, Belinda deberá acudir a tratamiento psicológico especializado, como parte de las medidas de acompañamiento estipuladas en el documento.
¿Qué sigue para Tragos amargos?
El libro, que ha generado revuelo por sus revelaciones, podría enfrentar cambios. El equipo legal de Belinda podría exigir la edición o eliminación de los capítulos que, según ellos, violan su privacidad. Aunque no se ha confirmado si habrá una versión modificada, la controversia pone en jaque la narrativa de Rivera y plantea preguntas sobre los límites entre la libertad de expresión y el derecho al resguardo personal.
Silencio estratégico de Belinda
Mientras la polémica crece, Belinda ha optado por el silencio, dejando que el proceso legal hable por ella. Por su parte, las declaraciones de Rivera en Tragos amargos han reavivado el interés en una relación que, aunque breve, dejó una huella imborrable en el imaginario público.