Ray García G.
Diario El Mundo
El dolor más grande que puede tener una madre o un ser humano es la pérdida de un hijo o una hija, más aún cuando su hijo desaparece y no vuelven a saber nada de él.
"Existe un gran número de madres que buscan a sus hijos desde hace varios años; eso es una situación dramática que se hace más grave todavía cuando son descalificadas; cuando son ignoradas en su reclamos", expuso el vocero de la Diócesis, Helkyn Enríquez Báez.
Dijo que esto es lo que sufren estas mujeres y madres de familia, cuyo dolor se acrecienta el que sus hijos continúen desaparecidos y que no han podido saber en dónde se encuentran ni siquiera para rendirles un tributo de memoria.
Y lamentó que más aún en algunas instancias se les descalifica, desautorizan el trabajo y las declaraciones que hacen, porque se les revictimiza cuando lo único que están pidiendo es encontrar a sus hijos y se haga justicia.
"La situación que se vive, exige como sociedad tener empatía con estas mujeres que hoy están buscando incansablemente a sus hijos. La mayoría de las veces con sus propios recursos", abundó Enríquez Báez.
En este sentido, dijo que se espera que las autoridades e instituciones que deberían atender la solicitud de ellas, pudieran responderles y tratarlas de un modo humano, digno y seguro de acuerdo al marco de derecho para que ellas puedan sentirse respaldadas por quienes necesitan en un momento darles una respuesta.