Ray García G.
Diario El Mundo
El 66% de los feminicidios ocurridos en la Sierra de Zongolica contra mujeres indígenas en los últimos 18 años, está en la impunidad.
De acuerdo a las estadísticas de la organización Kalli Luz Marina, a partir del 2007 a la fecha han ocurrido unos nueve feminicidios en la Sierra de Zongolica, de los cuales seis no han alcanzado sentencia.
Elizabeth Guevara Mitzi, abogada de Kalli Luz Marina, denunció que la mayoría de estos crímenes siguen sin justicia.
Señaló que, además de la falta de sentencias, en algunos casos ha habido negligencia por parte de las autoridades encargadas de la investigación.
Detalló que los casos de feminicidios ocurridos durante esos 18 años son: Martina (42 años, Tehuipango, 2007) – Sin sentencia; Ernestina Ascensio (75 años, 2007) – En proceso; Adelaida Amayo (38 años, Zongolica, 2007) – Sin sentencia.
Asimismo, Carla Romero (42 años, Maltrata, 2013) – Sin sentencia. En este caso, la fiscalía entregó los indicios del crimen a la familia, quienes, por desconocimiento, los quemaron, perdiéndose evidencia clave.
De igual forma, Yolanda (27 años, Rafael Delgado, 2014) – Con sentencia; Sandra (Atlahuilco, 2019) – Con sentencia; Nancy Zepahua (22 años, 2019) – Con sentencia, en este caso el responsable recibió una condena de 55 años de prisión.
De la misma manera citó los casos de Marisela (Mixtla de Altamirano) – Sin sentencia; y María Margarita (Atlahuilco, 2024) – Sin sentencia.
Kalli Luz Marina también documentó que cada año entre 100 y 120 mujeres de la Sierra de Zongolica buscan apoyo tras sufrir violencia de distintos tipos, principalmente familiar, psicológica, física, sexual, económica y patrimonial.
La organización ha detectado un incremento en los casos de violencia económica y obstétrica en la región.
El acompañamiento que brinda la organización no solo es legal, sino también psicológico, con el objetivo de proporcionar una atención especializada y seguimiento adecuado a las víctimas.
A pesar de los esfuerzos de organizaciones civiles, la impunidad sigue siendo una constante en la región, dejando a muchas mujeres sin justicia y en un estado de vulnerabilidad permanente.