Ray García G.
Diario El Mundo
Los comportamientos suicidas, así como la depresión y la ansiedad, incrementaron posterior a la pandemia del Covid-19.
Después de la emergencia sanitaria, aumentaron entre un 45 y 50 por ciento la necesidad de atención en los Centros de Atención a la Salud Mental, de estos tres problemas, dio a conocer la directora General en la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones de la Secretaría de Salud Federal, Lorena López Pérez.
Indicó que el comportamiento suicida ya existía, la pandemia lo hizo más evidente, porque el hecho que estuvieran encerrados en casa hizo que los padres empezaran a notar cambios en el comportamiento de los hijos.
"La pandemia influyó porque, imagínate que llevas una vida funcional y de pronto todo cambia, y tienes que estar encerrado en un sitio, pero además en la comodidad que vivimos, la redes sociales de pronto eran muy alarmistas", expuso.
Pero además el tema central era la incertidumbre, nadie sabía cual era dimensión del Covid, y un humano que vive en incertidumbre genera ansiedad, y ésta es un factor de riesgo para tener otros problemas de salud mental.
Indicó que los trastornos mentales, y del comportamiento, son un problema de salud pública.
Indicó que trabajan en la larte preventiva, atención y rehabilitación, porque los problemas de salud mental son diferentes a los de enfermedad mental y la salud mental es un tema transversal que tiene que ver con muchas áreas y esferas del ser humano.
Este año se logró bajar a 6.3 por ciento la tasa de la media nacional en el tema de conductas suicidas, que estaba post pandemia en 6.5 por ciento.
"Eso es importante porque existe la estrategia que es el Programa Nacional para la Prevención del Suicidio, en donde de todos los niveles de atención se atiende la conducta o el comportamiento suicida", apuntó.