De la Redacción
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este martes una nueva advertencia hacia México, afirmando que si gana las próximas elecciones, México "no va a vender ni un solo coche en Estados Unidos".
Trump, en plena campaña electoral para regresar a la Casa Blanca, prevé imponer aranceles extremadamente altos con el objetivo de "traer de vuelta" a las empresas que han trasladado su producción al extranjero.
En una entrevista en el Club Económico de Chicago, Trump señaló que México representa un "desafío tremendo" para la economía estadounidense, refiriéndose especialmente a la industria automotriz.
Afirmó que China está construyendo "enormes fábricas de automóviles" en territorio mexicano con la intención de vender esos vehículos en Estados Unidos, aprovechándose de la proximidad a la frontera.
Según Trump, esto supone una ventaja competitiva desleal para las fábricas estadounidenses y amenaza con acabar con la industria automotriz en estados como Michigan y Carolina del Sur.
Trump dejó claro que, si llega a la presidencia en las elecciones del 5 de noviembre, impondrá aranceles de hasta el 100 o 200 por ciento, o incluso más, a los productos importados desde México.
Su plan, según explicó, es que estos altos aranceles obliguen a las compañías a reconsiderar la construcción de fábricas en otros países y prefieran instalarse en territorio estadounidense para evitar los costos adicionales.
"Cuanto más alto sea el arancel, más probable es que vengan a Estados Unidos y construyan una fábrica para no tener que pagar el arancel", explicó el exmandatario, convencido de que su estrategia tendrá un efecto "masivo y positivo" para la economía del país. Negó que esta medida repercuta en el bolsillo de los consumidores, a pesar de las críticas de numerosos economistas que advierten que un aumento de los aranceles podría incrementar los precios y la inflación en el mercado interno.
Críticas a aliados y rivales
Trump no solo dirigió su amenaza hacia México, sino que extendió su crítica a otros países, incluidos algunos aliados de Estados Unidos, que según él, "se han aprovechado" comercialmente del país más que los propios "enemigos".
Estas declaraciones se suman a su línea de política comercial proteccionista que caracterizó su anterior mandato, donde impuso aranceles a países como China en un intento de reducir el déficit comercial de Estados Unidos.
El candidato republicano también restó importancia a las preocupaciones sobre el impacto que estas políticas tendrían en la deuda nacional y la inflación.
Pese a las advertencias de expertos, Trump, confiado en su capacidad económica, aseguró que sus decisiones económicas están basadas en "muy buenos cálculos".
Mientras Trump se enfrenta a su rival demócrata Kamala Harris en una reñida contienda electoral, estas declaraciones sobre México y su política arancelaria podrían marcar un nuevo capítulo en las tensiones comerciales entre ambos países si el magnate regresa al poder.