De la Redacción
La urbanización de una calle dentro del polígono de un Área Natural Protegida en La Martinica, Veracruz, ha generado fuertes protestas por parte de grupos ambientalistas y residentes locales.
La construcción de la vía, que beneficiará principalmente a residencias privadas vinculadas al gobernador Cuitláhuac García, su primo Eleazar Guerrero, exsubsecretario de Egresos, y al director de la Comisión del Agua del Estado de Veracruz, ha desatado controversia y acusaciones de uso indebido de recursos públicos.
La Martinica, declarada Área Natural Protegida en 2010, es un espacio destinado a la conservación del bosque mesófilo y a proporcionar un entorno natural para el disfrute de la comunidad.
Sin embargo, los ambientalistas advierten que la urbanización en curso afectará irreversiblemente el ecosistema de la zona, un área que ha sido preservada durante años por los vecinos.
Guillermo Rodríguez Curiel, integrante de la Asamblea Veracruzana de Iniciativas Ambientales LaVida, denunció que la construcción ya ha impactado negativamente el área protegida.
“El que haya tumbado árboles y metido la tubería para el agua y el drenaje, ya altera el área natural protegida, esta reserva de La Martinica. Es un terreno que los vecinos han cuidado durante largos años.
Sin embargo, ahora el poder político y económico pretende hacer su fraccionamiento exclusivo en el bosque mesófilo”, afirmó Rodríguez Curiel.
El activista también cuestionó la rapidez con la que se está ejecutando la obra, financiada con recursos públicos, que parece tener como único fin beneficiar a tres nuevas viviendas en la zona, lo cual considera un "uso faccioso del poder".
Asimismo, advirtió que la urbanización traerá consigo ruido, luces y contaminación vehicular que alterarán la tranquilidad y el delicado ecosistema del bosque mesófilo.
Por otro lado, Juan Carlos Contreras Bautista, titular de la Secretaría de Medio Ambiente de Veracruz, negó que la calle en cuestión forme parte del área natural protegida.
Aseguró que se trata de una vía abierta desde hace muchos años y que su rehabilitación no impactará negativamente a la naturaleza, destacando que la obra es competencia de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas.
A pesar de estas declaraciones, los residentes de la zona insisten en que la vía es parte del acceso a La Martinica y debería conservarse como tal.
Señalan que la introducción de servicios de agua y drenaje solo beneficiará a los nuevos residentes con propiedades en la zona, y acusan al gobierno de priorizar estas obras en detrimento de otras comunidades en Banderilla, donde los vecinos han esperado años para recibir servicios básicos.
La obra, que cuenta con una inversión de 12 millones de pesos, ha sido financiada con recursos del fondo de libre disposición, derivados de coberturas sobre tasas de interés de créditos estatales.
La controversia continúa, con residentes y ambientalistas exigiendo transparencia y justicia en la preservación de La Martinica, un patrimonio natural que consideran en peligro.
Con información de Excelsior