Ana De la Luz
El Mundo de Córdoba
Si tienes una sensación molesta en las piernas que, te obliga a movilizarlas, entonces quizá se trate de un problema del sistema nervioso, producto de la enfermedad de Willis-Ekbom, mejor conocido como el Síndrome de Piernas Inquietas.
Al respecto, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Sur informó a la población en general sobre la enfermedad, en voz del director médico del Hospital General Regional (HGR) Número 1 de Orizaba, doctor Ramón Jácome Toss quien, explicó que, ese síndrome puede aparecer a cualquier edad, siendo más frecuente a partir de los 40 años, donde en la mayoría de los casos interrumpe el sueño y, a su vez en las actividades cotidianas.
"Este trastorno suele presentarse por las noches, cuando la persona está descansando, recostado o cuando se pasa mucho tiempo sentado, esto a su vez puede distorsionar en gran medida el sueño, haciéndole difícil conciliarlo o volverse a dormir si se despierta, ya que la única forma de alivianar la incomodidad es mediante el movimiento", explicó.
El médico, detalló que, los síntomas pueden variar día a día, tanto en gravedad como en frecuencia; el principal es la necesidad de mover las piernas, pero algunos pacientes también refieren: movimiento involuntario de piernas, agotamiento y somnolencia durante el día, cambios en el estado de ánimo, problemas de concentración, depresión y ansiedad.
"Este síndrome no tiene una causa conocida, pero investigadores sospechan que la afección puede deberse a un desequilibrio de la dopamina que, es una sustancia química del cerebro, la cual está encargada de controlar el movimiento muscular; también existen casos donde es heredado, o en mujeres embarazadas especialmente durante su último trimestre", subrayó.
Grupos vulnerables
Jácome Toss, refirió que, el Síndrome de Piernas Inquietas, también puede desarrollarse con mayor frecuencia en personas con: deficiencia de hierro, magnesio o de ácido fólico, con anemia, Parkinson, diabetes, enfermedad renal crónica, esclerosis múltiple y en consumidores de cafeína, alcohol o nicotina.
"Esta enfermedad no tiene una cura, pero el tratamiento puede aliviar la sintomatología y lograr que el paciente tenga una mejor calidad de vida, por lo que, ante la presencia de síntomas se debe acudir con un especialista para una valoración correcta", concluyó.