De la Redacción
Tulum, alguna vez un vibrante paraíso de la Riviera Maya, atraviesa una crisis turística sin precedentes en 2025, con calles desiertas, restaurantes cerrados y playas sin visitantes, según videos y testimonios compartidos en redes sociales como TikTok y X.
Este destino, célebre por sus arenas blancas, ruinas mayas y ambiente bohemio, registra una ocupación hotelera históricamente baja, cayendo del 62.6% en julio al 54.2% entre septiembre y octubre, de acuerdo con el Sistema de Información Turística de Quintana Roo.
La llegada de vuelos también se desplomó, pasando de 1,967 en julio a 1,513 en septiembre, mientras que el INAH reporta una caída de visitantes a zonas arqueológicas de 239,487 en enero a 119,000 en mayo.
Los altos costos son señalados como el principal factor. Turistas nacionales lamentan precios desorbitados en hospedaje, alimentos —un refresco puede costar hasta 200 pesos— y actividades, haciendo que destinos europeos resulten más accesibles.
“Es un robo, más barato viajar a Europa que a Tulum”, comentó una usuaria en redes.
Además, el cobro de consumos mínimos en playas, accesos restringidos y el impacto del “Parque Jaguar” —un proyecto del gobierno ligado al Tren Maya que ha generado críticas por limitar el acceso libre a costas y ruinas— han ahuyentado a los visitantes.
El deterioro ambiental, con playas invadidas por sargazo y aguas turbias, junto a problemas de infraestructura como la falta de agua potable y manejo de residuos, agravan la situación.
La inseguridad también pesa: el asesinato del jefe de Seguridad Pública de Tulum en marzo de 2025 dañó la imagen del destino.
La presidenta Claudia Sheinbaum, abordando la polémica en su conferencia del 8 de octubre, reconoció quejas sobre el Parque Jaguar y ordenó a la Secretaría de Turismo, encabezada por Josefina Rodríguez Zamora, investigar y dialogar con hoteleros para revitalizar este “bellísimo espacio” y garantizar su accesibilidad para todos.
Con información de Milenio