De la Redacción
Puebla.- Ana Lilia, una mujer que vivió más de dos décadas de violencia extrema y condiciones de vida deplorables, falleció el 3 de agosto de 2024 tras una larga lucha por sobrevivir. Su caso ha conmocionado a Puebla y ha puesto en evidencia las terribles consecuencias de la violencia doméstica y la explotación.
Durante más de 20 años, Ana Lilia fue víctima de violencia física y psicológica a manos de su pareja, Christian Aldo, y sus tres hijos, entre ellos una menor de edad.
En los últimos tres años de su vida, Ana Lilia vivió bajo condiciones aún más crueles: fue sometida a trabajos forzados y mantenida en cautiverio, siendo privada de su libertad y sometida a una alimentación mínima que la llevó a una desnutrición severa.
El sufrimiento de Ana Lilia se intensificó cuando, en abril de 2021, Christian Aldo la dejó nuevamente para vivir con otra mujer, dejándola al cuidado de sus hijos que empezaron a amenazarla y violentarla. Los hijos le exigían el dinero que ganaba y le impedían salir de casa o recibir ayuda.
La situación empeoró al punto de que Ana Lilia se alimentaba únicamente de agua con azúcar y ocasionalmente recibía comida de una vecina.
El 18 de mayo de 2024, Ana Lilia logró escapar aprovechando que sus agresores no estaban en casa. Se refugió con una amiga, quien la llevó a la Fiscalía General del Estado. Sin embargo, su salud estaba gravemente deteriorada.
Llegó al Hospital General de Cholula con un peso alarmante de 38 kilos, presentando desnutrición severa, tuberculosis pulmonar, infección capilar, desequilibrio hidroelectrolítico, trastorno mixto de ansiedad y depresión.
A pesar de las medidas de protección otorgadas por la Fiscalía, incluyendo la prohibición de que Christian Aldo y sus hijos se acercaran a ella, Ana Lilia falleció el 3 de agosto. Su muerte fue consecuencia de los prolongados maltratos y las condiciones extremas a las que fue sometida.
El caso ha llevado a la detención de Christian Aldo y dos de sus hijos mayores, Luis Enrique y Martha Julia, quienes enfrentan cargos por trata de personas en modalidad de retención con fines de explotación laboral. La Fiscalía General del Estado ha solicitado la vinculación a proceso de los imputados, con audiencias judiciales programadas para el 9 de agosto.
El fiscal especializado en Delitos de Desaparición Forzada de Personas, Alejandro García Badiola, expuso el caso en una rueda de prensa el 8 de agosto, destacando la gravedad de los abusos sufridos por Ana Lilia y el compromiso de la Fiscalía para esclarecer los delitos y llevar a los responsables ante la justicia.