De la Redacción
La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha declarado la legitimidad del triunfo de Claudia Sheinbaum como presidenta de la República, desestimando las solicitudes de nulidad de la elección presentadas por la oposición.
La resolución del tribunal confirma que las acusaciones de irregularidades en el proceso electoral no son suficientes para invalidar la elección.
Con esta determinación, la Sala Superior del TEPJF ha establecido que el resultado de la elección presidencial es válido y legítimo. El miércoles se oficializará la validez y calificación de la elección presidencial, y el jueves se entregará a Claudia Sheinbaum la constancia de presidenta electa.
La oposición, encabezada por la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez, así como por los partidos PAN, PRD y PRI, había solicitado la anulación de la elección, argumentando la existencia de múltiples irregularidades. Estas acusaciones incluían presunta intromisión del presidente en la contienda, coacción del voto, violencia, injerencia del crimen organizado, presión de sindicatos, uso indebido de recursos públicos y parcialidad del Instituto Nacional Electoral (INE).
Los seis magistrados del TEPJF evaluaron las denuncias presentadas por la oposición. Cuatro de ellos consideraron que las acusaciones eran vacías e infundadas, describiéndolas como incoherentes, deficientes, absurdas e inconsistentes. Argumentaron que los denunciantes no presentaron pruebas sólidas y que las evidencias aportadas eran en su mayoría enlaces a conferencias de prensa o notas periodísticas sobre presuntas anomalías, las cuales se consideraron hechos aislados.
En contraste, los magistrados Reyes Rodríguez y Janine Otálora reconocieron que, aunque las irregularidades no eran suficientes para anular la elección, el tribunal no debía ignorar o minimizar las anomalías registradas, como la intervención indebida del presidente y la influencia del crimen organizado. Sin embargo, con cuatro votos contra dos, se desestimaron las impugnaciones presentadas por Gálvez y los partidos de oposición.
La impugnación de Xóchitl Gálvez fue desechada principalmente porque no solicitaba la nulidad de la elección, sino únicamente una "sanción" al presidente. Los magistrados determinaron que esta petición no era procedente para el análisis de fondo. Los recursos presentados por los partidos de oposición también fueron declarados infundados por carecer de pruebas sustanciales y ser considerados como hechos aislados.