Ray García G.
Diario El Mundo
Retrasos importantes y hasta pérdida de vuelos, son parte de las afectaciones colaterales que han afectado al sector turismo debido al cierre de la autopista México-Veracruz, por el deslave registrado hace más de mes y medio a la altura de Maltrata.
La afectaciones son tanto de los que viajan del sureste para el centro del país, como los que vienen de la Ciudad de México rumbo al puerto de Veracruz, pues el tiempo de traslado suele ser impredecible, indicó Miguel Ángel Ramírez López, gerente de una agencia de viajes.
El empresario también señaló que las rutas alternas, como las carreteras Magueyes-Atzitzintla y Acultzingo, no solo son insuficientes para soportar el tráfico, sino que presentan problemas de inseguridad que desalientan a los viajeros.
Esta situación ha ocasionado pérdidas significativas, como vuelos perdidos por los retrasos en el trayecto hacia el aeropuerto de la Ciudad de México, un recorrido que puede llegar a tomar hasta 10 horas.
Para evitar contratiempos, se recomienda a los viajeros salir con un día de anticipación si planean tomar vuelos nacionales o internacionales. No obstante, Ramírez López insistió en la necesidad de mayor vigilancia por parte de la Guardia Nacional para garantizar la seguridad en las vías alternas.
Además, los trabajos de mantenimiento en puentes y la atención a socavones han complicado aún más la circulación en la región.
Aunque se han anunciado fechas tentativas para restablecer el flujo vehicular, a finales de enero, y la reapertura total de la autopista, prevista para finales de abril, Ramírez López manifestó su preocupación ante posibles retrasos, recordando el caso del Puente de Metlac, cuya rehabilitación tardó más de lo previsto.
En este sentido hizo el llamado a las autoridades, en especial a la Secretaria de Comunicaciones y Transportes para que aceleren los trabajos de reparación de esta vía de comunicación y sea reabierta la circulación.