De la Redacción
Ciudad de México.– La presidenta Claudia Sheinbaum anunció este miércoles el proyecto más ambicioso en infraestructura tecnológica de la actual administración: la construcción de Coatlicue, la primera supercomputadora pública mexicana que, una vez terminada, será la más potente del continente y la séptima a nivel mundial en capacidad de cálculo.
Con una inversión inicial de 6 mil millones de pesos y un plazo de 24 meses, Coatlicue alcanzará los 314 petaFLOPs, es decir, 314 mil billones de operaciones por segundo, siete veces más que Pegaso, la actual líder regional ubicada en Brasil y de propiedad privada.
“Es un día histórico para la ciencia y la soberanía tecnológica de México. Coatlicue no será solo una máquina: será una herramienta pública que acelere el desarrollo del país en clima, salud, energía, seguridad alimentaria y combate a la corrupción”, declaró Sheinbaum durante la mañanera.
El titular de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), José Antonio Peña Merino, detalló que la supercomputadora formará parte del Plan México y será operada exclusivamente por talento nacional: investigadores de Conahcyt, universidades públicas, estudiantes becados y emprendedores.
“La ubicación se definirá en enero de 2026 de manera colegiada. Requiere alta capacidad hídrica, energía eléctrica estable, baja sismicidad y conectividad de primer nivel”, explicó Peña Merino.
Entre sus aplicaciones inmediatas destacan:
- Predicciones meteorológicas de alta precisión para anticipar huracanes y sequías
- Modelos de siembra que maximicen cosechas y garanticen soberanía alimentaria
- Procesamiento masivo de imágenes satelitales y sísmicas para localizar agua, petróleo y gas
- Análisis en tiempo real de millones de facturas y operaciones aduaneras para detectar evasión fiscal y corrupción
- Simulaciones médicas y farmacológicas que hoy tardan meses
La secretaria de Ciencia, Rosaura Ruiz Gutiérrez, subrayó que Coatlicue encabezará la red nacional de supercómputo ya existente (UNAM, IPN, Cinvestav y universidades estatales) y colocará a México “en la frontera del conocimiento mundial”.
El modelo será autosustentable: además de resolver problemas públicos, ofrecerá capacidad de cómputo a empresas y start-ups que hoy dependen de servidores extranjeros, generando ingresos que amortizarán rápidamente la inversión.
“En dos años tendremos una herramienta que ningún otro país de América Latina posee. Será pública, mexicana y al servicio del pueblo”, cerró la presidenta Sheinbaum.
Coatlicue, bautizada en honor a la diosa mexica de la vida y la muerte, representa el salto definitivo de México al mundo de la inteligencia artificial y el procesamiento masivo de datos.