
De la Redacción
El 21 de mayo de 2025 se conmemora el 204 aniversario de la Batalla de Córdoba, un episodio crucial en la lucha por la Independencia de México que marcó el camino hacia la emancipación del dominio español en 1821.
Este enfrentamiento, librado en la Villa de Córdoba, Veracruz, no solo fue una victoria militar para los insurgentes, sino un símbolo de resistencia y unidad que fortaleció la causa independentista y culminó con la firma de los Tratados de Córdoba. A continuación, exploramos los detalles de esta batalla y su trascendencia histórica.
El escenario previo a la batalla
Tras la proclamación del Plan de Iguala el 6 de marzo de 1821, un documento que declaraba la independencia de México bajo los principios de religión, independencia y unión, la Villa de Córdoba se convirtió en un punto de tensión. Según registros del Archivo Histórico Municipal, la localidad estaba dividida entre los insurgentes, quienes apoyaban la libertad, y los realistas, leales al virreinato español. La ciudad, bajo el control del coronel realista Bellido, estaba débilmente defendida, lo que permitió a los insurgentes, liderados por José Joaquín Herrera, tomar la plaza con relativa facilidad.
Sin embargo, la amenaza realista no tardó en llegar. Rumores de un contraataque desde el poblado de El Naranjal el 10 de mayo de 1821 alertaron a los insurgentes, quienes, bajo el mando de Antonio Guardaelmuro y Francisco Calatayud, organizaron la defensa. A ellos se sumaron unos 250 voluntarios cordobeses y 20 indígenas amatecos liderados por Pascual de los Santos García, dispuestos a dar la vida por proteger la ciudad.
El desarrollo de la batalla
El 15 de mayo, las fuerzas realistas, al mando del general Francisco Hevia, llegaron a la Barranca de Metlac, donde se enfrentaron a un batallón insurgente liderado por Félix Luna. Tras un combate intenso de varias horas, Hevia ordenó la retirada hacia Córdoba, ocupando la plazuela del barrio de San Sebastián como cuartel improvisado. En la madrugada del 16 de mayo, los insurgentes sorprendieron a los realistas con un ataque que desencadenó un tiroteo feroz. En un momento clave, Pascual de los Santos García disparó mortalmente a Hevia, frustrando un intento realista de cañonear la casa de Bernardo Herrera.
El coronel San Blas del Castillo y Luna asumió el mando realista y, en un acto desesperado, incendió una cuadra durante el combate. Sin embargo, los insurgentes, junto a la población local, que usaba desde azadones hasta piedras para defenderse, sofocaron las llamas y repelieron el ataque. La casa afectada, hoy conocida como “La Casa Quemada”, sigue siendo un símbolo de esta resistencia.
El 18 de mayo, la llegada de Antonio López de Santa Anna con 300 soldados de infantería y 250 de caballería reforzó la moral insurgente. A pesar de la resistencia realista, el 20 de mayo los combates se intensificaron, y tras una breve tregua solicitada por los realistas, estos reanudaron el ataque en la noche. Sin embargo, al amanecer del 21 de mayo, las fuerzas realistas comenzaron a retirarse. José Joaquín Herrera ordenó a la caballería perseguirlos hasta “La Garita” en Orizaba, asegurando la victoria. Ese mismo día, Córdoba celebró el triunfo con repiques de campanas y la alegría de sus habitantes.
La importancia de la Batalla de Córdoba
La Batalla de Córdoba fue un punto de inflexión en la Independencia de México por varias razones:
- Victoria estratégica: La toma de Córdoba debilitó el control realista sobre Veracruz, una región clave para el comercio y las comunicaciones con España. Esto aisló a las fuerzas coloniales y facilitó el avance del Ejército Trigarante.
- Unión de la comunidad: La participación de voluntarios cordobeses y amatecos demostró la fuerza de la resistencia popular. Este esfuerzo colectivo, que incluyó a indígenas y civiles armados con herramientas improvisadas, destacó la determinación de la población por la libertad.
- Camino a los Tratados de Córdoba: La victoria en la batalla preparó el terreno para la firma de los Tratados de Córdoba el 24 de agosto de 1821, que formalizaron la independencia de México. Este acuerdo, negociado entre Agustín de Iturbide y el virrey Juan O’Donojú, fue un paso decisivo hacia la consumación de la independencia el 27 de septiembre de 1821.
- Símbolo de resistencia: La batalla consolidó a Córdoba como un bastión de la lucha independentista, ganándose el apodo de “la ciudad de los Treinta Caballeros” por el heroísmo de sus defensores.
Conmemoración y legado
Cada 21 de mayo, Córdoba conmemora esta gesta con un desfile cívico-deportivo que recorre las principales calles de la ciudad. Este 2025, el evento comenzará a las 17:00 horas y contará con la participación de más de 60 escuelas, asociaciones y bandas de marcha, reflejando el orgullo de la comunidad por su historia. En el Parque 21 de Mayo, un obelisco erigido en honor a los defensores de 1821 se alza como un recordatorio de su valentía. Asimismo, La Casa Quemada permanece como un sitio emblemático, aunque su historia es poco conocida por las nuevas generaciones.