Ray García G.
Diario El Mundo
Alfredo Melchor Aguirre, trabaja en el cementerio Juan de la Luz Enríquez, quien cuenta que durante su estancia en este lugar le ha tocado ser testigo de algunos fenómenos paranormales, algunos, que le han sorprendido y otros que le han causado temor.
Contó que en el año 2022, tiempo de la pandemia, se encontraba en la sección de niños, donde estaban realizando un monumento, eran más de las 6 de la tarde y ya estaba oscuro el cementerio, de repente escucharon voces de niños y hasta llantos de bebés, a la hora de voltear vieron que sí eran efectivamente menores de edad.
Unos niños estaban jugando cochecitos, lo raro es que cerca de ellos no había ninguna persona adulta que los estuviera cuidando.
Y más aún si se toma en cuenta que a partir de las 6 de la tarde las puertas del cementerio se cierran.
Otra situación fuera de lo normal que experimentó, es que en una ocasión mientras trabajaba en el cementerio, se encontró con un señor adulto mayor, muy alto que pasó junto a él.
"Le dije señor no quiere que le corte el pasto en su sepultura, y me dijo que sí que lo siguiera", comentó.
El joven tan pronto terminó de realizar la labor que estaba haciendo, acudió a buscar al señor pero este ya no se encontraba.
Otra situación que narra Alfredo, es que en una ocasión acudió a la sepultura, de un niño cuya tumba está repleta de juguetes.
Le llamó la curiosidad unos carritos, que tomó y comenzó a jugar.
De repente escuchó muy cerca de su oído una voz de un niño que le decía "-deja eso", volteó de inmediato y no vio a nadie.
Alfredo narra que en todos los casos sí sintió temor, debido a que no había forma de explicar lo que sus oídos y ojos acababan de presenciar.