
De la Redacción
Caracas.- El gobierno venezolano tildó este lunes de "ridícula patraña" la entrada en vigor de la designación del supuesto "Cártel de los Soles" como organización terrorista extranjera por parte de Estados Unidos, una medida que directamente señala al presidente Nicolás Maduro y a altos mandos militares como cabecillas de una red de narcotráfico.
La Cancillería, en un comunicado oficial, rechazó categóricamente la acusación del Departamento de Estado —bajo Marco Rubio— como una "farsa inexistente" destinada a justificar agresiones externas, en un contexto de creciente tensión diplomática agravada por el despliegue militar estadounidense en el Caribe desde agosto.
La vicepresidenta Delcy Rodríguez, en un acto oficial, arremetió contra la política exterior de Washington: "Son unos ridículos que se repiten y repiten. Si quisieran combatir el narcotráfico de verdad, mirarían a Ecuador y a su presidencia, la principal exportadora de cocaína al mundo". Sus palabras desvían el foco hacia otros gobiernos regionales, mientras el Kremlin —aliado clave de Caracas— se limitó a negar "novedades" en los esfuerzos de paz.
La designación, efectiva desde hoy tras su publicación en el Registro Federal y anunciada el 16 de noviembre, equipara al "Cártel de los Soles" —supuestamente dirigido por Maduro y figuras como Diosdado Cabello— con grupos como el Tren de Aragua o el Cártel de Sinaloa. Rubio argumentó que esta red ha "corrompido" el ejército, inteligencia, legislatura y poder judicial venezolano, facilitando el tráfico de drogas que inunda el hemisferio. La medida, bajo la Orden Ejecutiva 13224, congela activos, prohíbe transacciones con estadounidenses y abre la puerta a más sanciones financieras y judiciales.
El impacto ya se siente en los cielos: varias aerolíneas internacionales —Iberia, Air Europa, Plus Ultra, TAP Air Portugal, Gol, Avianca, LATAM, Caribbean Airlines y Turkish Airlines— suspendieron vuelos a Venezuela tras una advertencia de seguridad de la FAA, citando riesgos operativos y tensiones geopolíticas. Maduro respondió con una orden drástica: las compañías deben retomar operaciones en 48 horas o enfrentar la revocación de permisos, un ultimátum que podría escalar el caos aéreo y económico en un país ya asfixiado por hiperinflación y escasez.
Este paso de Trump, quien prometió "terminar rápido" con el "narcoestado" venezolano, se enmarca en una ofensiva más amplia: desde septiembre, portaaviones como el USS Gerald R. Ford patrullan el Caribe, y el Pentágono ha "desclasificado" videos de ataques a narcolanchas ligadas a Maduro. Analistas ven en la etiqueta terrorista un pretexto para acciones encubiertas, aunque expertos en sanciones aclaran que no autoriza intervenciones militares directas. Rusia, que controla el 20% de Ucrania pero apoya a Caracas, mantiene silencio oficial, mientras Europa —marginalizada de las charlas— urge un diálogo inclusivo.