De la Redacción
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha anunciado el inicio de la producción en serie del misil hipersónico , también conocido como "Hazel", destacándolo como un logro significativo en la tecnología militar del país.
Según el mandatario, esta arma tiene el potencial de alcanzar diversas ciudades de Europa, lo que refuerza las amenazas rusas hacia Occidente en medio de las tensiones actuales.
Durante una reunión televisada con altos mandos militares, Putin explicó que el Oreshnik no es un misil balístico intercontinental ni un arma de destrucción masiva, sino un sistema de alta precisión diseñado para objetivos estratégicos de mediano alcance. Este misil tiene un rango operativo de entre 3,000 y 5,500 kilómetros, capaz de alcanzar objetivos clave, como se demostró en su reciente uso para atacar la ciudad ucraniana de Dnipró.
Putin afirmó que no existen contramedidas actuales contra el Oreshnik y subrayó que su desarrollo posiciona a Rusia como líder en tecnología militar avanzada. “Es importante que Rusia lo tenga hoy”, señaló, destacando que otros países podrían desarrollar sistemas similares en el futuro.
El misil hipersónico Oreshnik puede alcanzar velocidades de hasta Mach 10 (12,350 km/h) y está equipado con cargas maniobrables en el aire, lo que lo hace extremadamente difícil de interceptar con los sistemas de defensa antimisiles actuales. En su prueba más reciente, el misil transportó al menos seis cargas explosivas, según expertos militares.
A pesar de su alto costo, Putin aseguró que este sistema estratégico representa un avance clave para la soberanía rusa. Los creadores y diseñadores del Oreshnik serán nominados a premios estatales en reconocimiento a su contribución tecnológica.
El desarrollo del Oreshnik se produce en un contexto de creciente tensión militar. Este tipo de misiles había sido prohibido hasta 2019, en virtud del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio firmado en 1987 entre Rusia y Estados Unidos. Sin embargo, la retirada de Estados Unidos del tratado bajo la administración de Donald Trump abrió la puerta a una nueva carrera armamentística.
El sistema Oreshnik se basa en el diseño del misil balístico intercontinental RS-26 Rubezh, cuyo desarrollo se había suspendido en 2018 debido a limitaciones presupuestarias y la prioridad de otros programas, como el hipersónico Avangard.
La capacidad del Oreshnik de transportar cargas nucleares o convencionales y su alcance estratégico representan una amenaza significativa para Europa y, potencialmente, para la costa oeste de Estados Unidos si se dispara desde el Extremo Oriente ruso. Analistas militares, como Pavel Podvig del Instituto de Naciones Unidas para la Investigación sobre el Desarme, han advertido que este misil podría redefinir el equilibrio de poder militar en Europa.
Mientras tanto, el Pentágono ha reconocido las capacidades avanzadas del Oreshnik, aunque sugiere que la producción masiva podría ser limitada debido a su alto costo. A pesar de ello, Putin asegura que Rusia cuenta con una sólida base tecnológica e industrial para respaldar su desarrollo.