De la Redacción
Además del estigma que el narcotraficante Pablo Escobar dejó sobre Colombia por su auge criminal, también dejó una herencia biológica en el país: los hipopótamos que importó desde África para su zoológico privado en la Hacienda Nápoles.
Estos animales, introducidos ilegalmente en 1979, se han reproducido a lo largo de los años y su población ha crecido descontroladamente en la subregión del Magdalena Medio, en Antioquia.
Originalmente, Escobar trajo tres hipopótamos, algunos de los cuales aún se encuentran bajo cuidado en el parque temático que opera en lo que fue la Hacienda Nápoles.
Sin embargo, otros escaparon tras la muerte del narcotraficante y, en la actualidad, su número supera los 160 ejemplares. Este incremento ha generado un gran debate en el país debido a las dificultades para controlar su población.
A diferencia de otras especies traídas por el capo, los hipopótamos son difíciles y costosos de reubicar. Además, la esterilización es un procedimiento complicado y peligroso, tanto para los animales como para los equipos que la realizan.
Ante esta situación, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca ha ordenado a las autoridades ambientales tomar medidas dirigidas a erradicar la especie, basándose en estudios científicos realizados entre 2007 y 2024 sobre el impacto ambiental de los hipopótamos.
La decisión surge tras una demanda que denunció la omisión de medidas efectivas por parte de las autoridades para controlar la población de hipopótamos, los cuales representan un peligro tanto para las personas como para el ecosistema de la región.
El demandante expuso que los hipopótamos han causado graves daños a la biodiversidad local, afectando a especies nativas como nutrias, tortugas, manatíes, y bagres rayados, entre otras.
La falta de intervención oportuna ha convertido a esta especie en una amenaza para el equilibrio de los ecosistemas locales y para los derechos constitucionales de las comunidades aledañas de disfrutar de un ambiente sano.
El tribunal determinó que, si no se actúa, la población de hipopótamos podría superar los 1,000 individuos para el año 2035, lo que agravaría aún más el problema.
Por ello, el Ministerio de Ambiente tendrá tres meses para reglamentar las medidas necesarias, que incluirán la caza controlada y la esterilización, a fin de reducir la población de estos animales invasores. Además, las autoridades deberán garantizar que estos procedimientos respeten los principios de equilibrio ecológico, bienestar animal y la prohibición de tratos crueles.
El fallo también estipula que los programas de reubicación y esterilización serán financiados por el Estado. Asimismo, la Alcaldía de Puerto Triunfo deberá negociar con el Parque Temático Hacienda Nápoles para ampliar su capacidad de recibir hipopótamos, o, en caso de no ser posible, ejercer su autoridad para modificar o terminar el contrato con la sociedad que administra el parque y permitir la expansión de su capacidad de custodia.
Este fallo marca un punto crucial en la lucha por el control de la población de hipopótamos en Colombia, una problemática única en su tipo que ha dejado una huella duradera en el medio ambiente y en las políticas de conservación del país.
Con información de Infoabae