De la Redacción
La NASA ha informado que los dos astronautas estadounidenses, Sunita Williams y Barry “Butch” Wilmore, quienes fueron transportados a la Estación Espacial Internacional (EEI) en junio pasado a bordo de la nave Starliner de Boeing, no podrán regresar a la Tierra según lo previsto.
Debido a problemas técnicos con la nave, su retorno se ha pospuesto hasta febrero del próximo año.
El retraso se debe a fallos significativos en la nave Starliner, que se manifestaron durante el vuelo de ida. Aunque inicialmente la NASA minimizó estos problemas, la agencia espacial admitió que las fallas eran más graves de lo que se había estimado. Los problemas incluyeron el mal funcionamiento de varios propulsores y una fuga de helio en el módulo de servicio de la nave.
Desde que la Starliner se acopló a la EEI el 13 de junio, cinco de los 28 propulsores de la nave fallaron abruptamente. A pesar de que Boeing ha solucionado la mayoría de estos problemas a través de simulaciones y ahora 27 propulsores funcionan correctamente, los problemas persistentes han llevado a la NASA a buscar una solución alternativa.
Debido a estos problemas, los astronautas Williams y Wilmore, cuya estadía en la EEI iba a durar inicialmente solo una semana, se verán obligados a permanecer en la estación espacial durante varios meses adicionales. En lugar de regresar en la Starliner, utilizarán la cápsula Crew Dragon de SpaceX para su viaje de regreso. La Crew Dragon, operada por la empresa de Elon Musk, llevará a los astronautas en una misión con dos tripulantes en lugar de los cuatro originalmente planeados. Williams y Wilmore se integrarán como miembros de tiempo completo de la tripulación de la EEI durante una estadía extendida de medio año.
El incidente añade un nuevo desafío a un año ya problemático para Boeing, que ha enfrentado múltiples contratiempos con su división de aviación civil y otros proyectos. La empresa anunció recientemente que está amortizando 125 millones de dólares en el programa Starliner, sumándose a los 1,500 millones de dólares en costos inesperados previamente.
La NASA y Boeing habían asegurado anteriormente que la tripulación no estaba varada en el espacio, pero la situación actual ha cambiado esa percepción. Los funcionarios de la NASA han señalado que la decisión de utilizar la Crew Dragon como plan de contingencia responde a la necesidad de garantizar la seguridad y el bienestar de los astronautas.
Steve Stich, gerente del programa de tripulación comercial de la NASA, expresó que la decisión de optar por la Crew Dragon se basa en la creciente preocupación por los problemas persistentes de la Starliner. La NASA está trabajando para asegurar que la nave Starliner pueda ser utilizada de manera segura en el futuro, pero mientras tanto, la alternativa de SpaceX proporciona una solución confiable para el regreso de los astronautas.
Boeing, por su parte, ha manifestado confianza en la capacidad de la Starliner para realizar vuelos futuros y ha enumerado las mejoras realizadas en la nave. Sin embargo, si la alternativa de contingencia se mantiene, la nave Starliner regresará a la Tierra sin astronautas a bordo.