Antonio Arragán
Diario El Mundo
Amatlán.-Vecinos de zonas aledañas al río Atoyac prevén incursionar en la acuicultura y rescatar la producción de langostino la cual se perdió hace más de veinte años, lo cual impactó severamente al sector restaurantero.
Luego que el langostino dejara de producirse hace más de diez años en este afluente, se prevé rescatar esta actividad debido a que se trata de un producto bien pagado, cuyo costo puede superar los 700 pesos el kilogramo (de acuerdo al tamaño).
Actualmente restauranteros de la zona se surten en estados vecinos, lo cual genera mayores gastos por traslado, indicó Jesús Lara, integrante del grupo de vecinos del río Atoyac que en unas semanas buscará instalar los nuevos criaderos y estanques para reproducir el langostino.
Esto luego que este afluente anteriormente era conocido a nivel regional como el único arroyo donde había criaderos, pero tras la contaminación se perdió esta actividad, la cual prevén rescatar este año y aprovechar la llegada de turistas a la región y que los gastronómicos consuman producción local.