Ray García G.
Diario El Mundo
La deforestación, es una de las causas principales que ha generado el derrumbe en la autopista situación, cuya vía de comunicación fue bloqueada por toneladas de tierra, y afecta a miles de conductores y transportes de carga cada día.
"La situación catastrófica de un deslave que bloquea la autopista Orizaba-Puebla, a la altura de el Mirador, y que supera en magnitud a otros deslaves o deslizamientos de tierra ocurridos en la región, ha llevado a muchas personas a preguntarse por qué están sucediendo y ¿por qué son tan intensos?", expuso el coordinador del proyecto salvemos el Pico de Orizaba, Ricardo Rodríguez Demeneghi.
Precisó que una de las principales causas es la deforestación, que comienza a partir de los 4,000 metros de altura y se extiende hasta los valles y la zona costera del Golfo de México.
Cada árbol, en sus múltiples
funciones, tiene la capacidad de reducir la fuerza de las gotas de lluvia al chocar contra sus hojas o filamentos, lo que permite que el agua caiga al suelo con menos intensidad, además, se amortigua entre la hojarasca y el material orgánico, generando un retardo en la filtración hacia el subsuelo, dijo.
Esto permite que el agua llegue a las raíces, que forman una inmensa red capaz de retener tanto el agua como el suelo.
"Esta acción es muy simple y ampliamente conocida, pero debemos considerar que hemos estado enfrentando cinco años consecutivos de sequía y un aumento en las temperaturas" abundó.
Posteriormente, se ha dado un nuevo período de sequía, y ahora se cumplen los pronósticos de lluvias torrenciales. Sin embargo, no toda el agua es captada por el subsuelo, conocido como “mantos freáticos”, lo que provoca que se acumule en las laderas y zonas inclinadas, que
son muy inestables.
Al no existir árboles ni raíces que retengan el agua, esta acumulación alcanza niveles altos de humedad. La combinación de este exceso de agua con la fuerza de gravedad genera deslaves, técnicamente conocidos como “lahares”.
Dibo que anteriormente, ya se había pronosticado la necesidad de llevar a cabo trabajos de retención de suelos, especialmente en las zonas quemadas, siniestradas o colapsadas. Sin embargo, esta situación de alerta pasó desapercibida para la mayoría de las autoridades y de la población.
Hizo el llamado a estar prevenidos ante futuros deslizamientos de tierra, especialmente en las laderas incendiadas y en aquellos puntos que se manifiestan visualmente en las pendientes de los cerros.